El olor de la guayaba no es una historia de aventuras ni una ficcion inspirada en un drama de la vida real es en escencia recuerdos vividos entre el y su amigo material que atesora recuerdos entre él y su amigo y también colega colombiano Plinio Apuleyo Mendoza.
Leer este libro es basicamente ser testigo mudo de una conversacion entre dos escritores, desgranada en una charla informal en la intimidad. Es pasearnos entre anécdotas de otros tiempos, opiniones, juicios de valor y convicciones donde gravitan la politica, y la tentacion del poder.
Un pasaje...
“De día, el mundo mágico de la abuela me resultaba fascinante, vivía dentro de él, era mi mundo propio. Pero en la noche me causaba terror. Todavía hoy, a veces, cuando estoy durmiendo solo en un hotel de cualquier lugar del mundo, despierto de pronto agitado por ese miedo horrible de estar solo en las tinieblas, y necesito siempre de unos minutos para racionalizarlo y volverme a dormir. El abuelo, en cambio, era para mi la seguridad absoluta dentro del mundo incierto de mi abuela. Solo como él desaparecía la zozobra, y me sentía con los pies sobre la tierra, y bien establecido en la vida real.”
Es en pocas palabras... leerlo es como sumergirse en el mundo de nuestro querido Gabo
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